43. Aprendizajes de mi primer emprendimiento en el mundo de la cocina saludable

Hoy quiero presentarte 5 errores comunes que muchos emprendedores, incluida yo, hemos cometido al intentar vender un servicio o programa.

 

El episodio de hoy podríamos decir básicamente que es por petición popular, porque es algo que cada vez que he comentado de pasada, respondiendo a preguntas por stories o que he mencionado por algún motivo, me habéis bombardeado con mensajes de «cuéntanos más sobre esto», «queremos saber más», «tenemos mucha curiosidad»,… 

Muchos ya sabéis que este trabajo de mi marca personal en marketing digital, no ha sido la primera vez que salté al mundo del emprendimiento, sino que antes ya había tenido otro negocio. Y como es un tema un poco largo para comentar así por stories, he decidido hacer un episodio del podcast en el que os voy a hablar sobre mi primer emprendimiento que fue en el mundo de la cocina saludable. Quiero compartir cómo fue, en qué consistió, mi proceso, mis aprendizajes y sobre todo mis conclusiones. 

Cómo descubrí el mundo del emprendimiento y las RRSS

Primero para aterrizar un poco en la época de mi vida o en el punto en el que estaba, para los que aún no lo sepáis, yo estudié biotecnología, vengo del mundo científico e investigación, sin embargo, poco a poco me di cuenta de que no era lo que quería hacer y descubrí el mundo del emprendimiento, el mundo de las redes sociales, de los blogs, etc

Este mundillo lo descubrí a través de un hobby o interés que tenía en ese momento por el mundo de la cocina saludable, porque al estar fuera de casa y vivir sola por primera vez esos primeros años de estudiante, me surgió como esta necesidad de querer cuidarme, querer aprender a comer bien y a través de la cocina algo súper sencillo.

Mis primeros pasos

Empecé junto a mi hermana Carlota (que ahora es nutricionista) un proyecto que comenzó con un blog en el que íbamos compartiendo esta inspiración y demás. Luego empezamos a trabajar más en serio el mundo de las redes sociales, sobre todo Instagram. Y a raíz de eso me empecé a interesar muchísimo por:

  • todo este mundo de las redes sociales
  • el marketing digital
  • los blogs
  • el SEO
  • cómo darte a conocer
  • «cómo vivir de tu hobby o convertir tu hobby o tu pasión en un negocio» y vivir de ello
  • etc.

Fue cuando descubrí este mundo que hasta ahora para mí era totalmente desconocido, que se salía un poco de los trabajos normales y se me encendió la curiosidad por todo este mundillo y aprender de ello.

Y ya me conocéis, soy de esas que cuando se le pone algo entre ceja y ceja va a por ello, se obsesiona un poquito hasta aprenderlo todo y saber hacerlo lo mejor posible.

Me dio por el tema del marketing de las redes sociales, y así para mencionar algunas personas o referentes que me ayudaron en esta transición a nivel de España, la persona que me ayudó muchísimo a aprender y a dar esos primeros pasos en el mundo del emprendimiento es Joan Boluda el cual lleva años y años publicando episodios en su podcast Marketing Online

Joan Boluda fue uno de mis grandes referentes en español y ya os digo, gracias a él y a todo su contenido, di los primeros pasos dentro del emprendimiento. 

En ese momento empecé antes a trabajar la parte de generar comunidad, a aportar valor más por el simple hecho de que me gustaba y sin saber muy bien a dónde me llevaría eso. Y posteriormente surgió la idea, la necesidad o la curiosidad de querer probar cómo sería monetizar toda ese contenido o esa comunidad que habíamos ido trabajando, sobre todo yo, porque todavía Carlota estaba en el instituto y yo estaba en Barcelona.

De estudiar biotecnología a un máster de marketing online

Estaba en la transición en la que me había dado cuenta de que ya no quería dedicarme a ciencias, biotecnología, ni nada de eso, estudiando el máster de marketing online y redes sociales.

Este proyecto me sirvió como conejillo de indias, para tener algo tangible para poder hacer todas esas pruebas y todo lo que iba aprendiendo, no solo en el máster, porque creo que lo que aprendes en un máster de marketing digital es un poco con pinzas (obviamente hay masters y masters), pero hay muchas cosas que están desactualizadas y es totalmente normal, sobre todo si hablamos de redes sociales, por lo que es muy difícil que con unos libros o con un contenido que revisan cada año o cada x años puedas tener estrategias actualizadas de lo que ahora funciona y sobre todo enfocadas al emprendimiento, porque la mayoría de los masters y formaciones que hay de este tipo más oficiales están centrados más a empresas grandes.

En este tipo de máster estudias estrategias de Coca-Cola y de empresas monstruosamente grandes que difícilmente una empresa normal o una pequeña empresa y menos un emprendedor, puede aplicar en su día a día para su negocio. Pero sí que se aprende como las bases del marketing y siempre digo que cada formación y cada estilo de formación tiene su qué.

Hice esa formación con el objetivo no tanto de aprender, porque ya tenía todas las otras formaciones que iba haciendo por mi cuenta de cursos online mucho más específicos (WordPress, redes sociales, Instagram, Pinterest,…) Hice el máster con el objetivo de tener algo oficial que me sirviera para tener unas prácticas con las que poder entrar en una empresa más o menos grande y que fueron luego las que dieron pie a que me quedara en esa empresa trabajando, ya sabéis, en el mundo del turismo, era una cadena hotelera.

Mi primer emprendimiento: cómo empezó todo

Todo esto empezó como una comunidad, un proyecto sin una idea fija de negocio y en la que estuvimos trabajando en ella más de 3 años. 

Aprendí más con mi emprendiminteo que con 30 cursos juntos, pero sobre todo lo que aprendí y lo que llegué a desarrollar es el gran poder que tiene el generar una comunidad.

Pero no solo generar comunidad y ya está, sino combinar, que es lo que hice con este proyecto, el poder de ser un personaje tipo influencer (aunque no me guste la palabra), pero sí que al final es esa comunidad la que está interesada en tu día a día, en lo que haces, lo que tienes que recomendar, trabajas con marcas, recomiendas marcas, etc, a la vez que y combinado con tener un producto propio, que es lo que en algún punto de este proyecto decidimos, sobre todo yo, empezar a trabajar.

Mi primera idea: crear una membresía

Nos vamos bastantes años atrás, en el que en el mundo online no estaba todo lo saturado podríamos decir que está ahora en cuanto a cursos, membresías, etc. Entonces en ese primer momento que yo tampoco tenía mucha experiencia dentro de este mundillo, mi primera idea para empezar a monetizar toda esta comunidad y todo ese trabajo fue vender algunos ebooks de recetas relacionadas con la cocina saludable y rápida. 

Joan Boluda, que como os decía, es uno de los grandes referentes para mí, sobre todo en España y en todo el tema de las membresías. Empezó a hablar de este tema hace ya muchos años, cuando todavía no existían casi en España, pero en Estados Unido se hacía mucho más. Así que me decidí a crear la membresía, que fue un poco en lo que se convirtió el negocio: una membresía, una suscripción de recetas saludables.

Lo que tenían de característica especial, era que eran súper sencillas comparado con todo lo que se encontraba en ese momento en el que saludable y cocina saludable estaba muy ligado a productos de herboristería y cosas como muy complicadas.

Me centré en llevar esta alimentación saludable al día a día ajetreado y sobre todo de personas jóvenes que no tienen conocimientos de cocina y no han cocinado en su vida.

Esa fue un poco la filosofía del proyecto y aunque ahora a lo mejor os cuento esto y os suena de que existen mil aplicaciones, mil páginas web y páginas de recetas en Instagram, ya os digo que en ese momento todavía no existía mucho, sobre todo en España, de resoluciones que iban por este camino.

Ahora hay mil suscripciones de este tipo, mil membresías diferentes, y es un poco la razón por la que ese proyecto al final se acabó cerrando.

Por qué me sirvió tanto como aprendizaje

Aprendí más que en 30 cursos diferentes porque hacía todo yo.

Por un lado me gustaba y por otro, como he comentado antes, me servía para poner en práctica o darle ese toque de realidad a todo lo que estaba aprendiendo. De forma teórica tenía esta herramienta con la que podía experimentar al 100%, y aprendí todo lo que os podéis imaginar de todos los aspectos diferentes de lo que puede ser el marketing digital:

  • WordPress
  • Cómo gestionar y crear una página web desde cero
  • SEO (posicionamiento en Google), que aprendí muchísimo y llegué a tener resultados súper increíbles
  • También aprendí muchísimo de copy y recursos sobre copy para poder aplicarlo sobre mi marketing
  • Automatizaciones que iba poniendo en práctica

Iba probando muchas más cosas y sobre todo Instagram, porque sí que fue la plataforma con la que más me centré para trabajar esta marca, dar a conocer, crear esta comunidad y también un poco de Pinterest. Aunque luego lo dejé un poco aparcado y me fui centrando en lo que al final más me gusta, que es la estrategia de marketing centrada en lo que es contenido, Instagram, etc 

Por qué decidí dejarlo

En ese momento fue un shock para todo el mundo, incluso cuando ya mi hermana también estaba metida ahí. El último año fue un traspaso total, ella se encargaba ya de casi todo y la que lo cerró definitivamente fue ella.

Al principio me ilusionaba tanto y parecía que me tenía que acompañar toda la vida, pero las cosas pueden cambiar.

Un emprendimiento o un proyecto que en un momento nos puede ilusionar al máximo, puede llegar un punto en el que perdamos esa ilusión o que ya hayamos conseguido algo, queramos pasar página y afrontar nuevos retos. Es totalmente normal, a mi me pasó.

A la vez que había ido construyendo todo esto con 22 años, buscaba en Google «cuándo me tengo que dar de alta en autónoma», «cómo tengo que hacer para vender si empiezo a facturar»,… Empecé a ser autónoma oficialmente a la vez que estaba trabajando 40 horas semanales en una empresa, o sea, tenía como dos vidas paralelas y dos trabajos a tiempo completo, ya os podéis imaginar.

Me levantaba a las 05:00 cada día para adelantar trabajo de lo que era el proyecto, el negocio, y luego me iba a mi trabajo de ocho horas, de 9:00 a 17:00. Por la tarde, si me quedaban fuerzas, hacía un poquito más y luego el fin de semana al completo lo dedicaba al trabajo. Y con esto me remonto al episodio que hice hace unas semanas, que por cierto:

GRACIAS con mayúsculas por todos los mensajes que voy recibiendo cada semana desde que lo publiqué, creo que os gustó mucho y que era súper necesario.

Me remonto a eso, que ya veis que es un patrón en mi vida, el no descansar, estar a tope y que al final he ido aprendiendo que es muy necesario.

Entonces, aparte de esta situación y que tampoco me veía al 100% dedicándome a este proyecto toda mi vida o los próximos años, (al final había nacido como un hobby que yo había convertido en un negocio y había visto la forma de monetizarlo) y aunque iba súper bien, había un montón de suscriptores que llevaban años con nosotras y el negocio tenía potencial, simplemente era un tema de motivación, de que luego había ido adentrándome cada vez más en el tema del marketing y era a lo que me quería dedicar profesionalmente, y donde sentía que tenía más donde aportar como valor profesional. Así que al final llegué a tomar la decisión de dejarlo.

Conclusiones y aprendizajes

El primero y el más importante es la necesidad en cualquier tipo de negocio, sea el sector que sea, de innovar.

Aunque nos hayan vendido o que haya todavía mucha gente que vende por ahí la idea de «negocio en piloto automático y tómate tus Caipiriñas desde la playa y las ingresos van llegando», es muy difícil que eso realmente sea sostenible porque el mercado evoluciona cada vez más rápido y tienes que estar ahí. Sobre todo, tienes que tener la motivación de estar dispuesto a hacer cambios continuos y ver, analizar un poco todo lo que está pasando, lo que está funcionando e ir un poco a unos pasos adelante y no apalancarse y dejar que todo funcione de forma automática, porque te puede funcionar durante unos meses, incluso unos años, pero llega un punto que las cosas se estancan y es porque no has estado ahí haciendo ese trabajo de prever lo que va a pasar en el futuro y cómo estar esos pasos por delante.

Y como aprendizajes, como os he ido diciendo:

  • todo lo que es conocimientos de marketing
  • la importancia de crear esa comunidad, sobre todo usando Instagram como plataforma principal
  • mostrarme en vídeo

Siempre hay unos primeros pasos y yo los di con esta cuenta. A mí me sirvió para coger toda esta ventaja y cuando decidí ya trabajar con mi marca personal profesional, ya tenía mucho trabajo hecho y me salía supernatural. Estaba súper acostumbrada y fue mucho más fácil que si lo estuviera haciendo por primera vez. 

Otra conclusión y aprendizaje para mí súper importante, es la filosofía que os intento trasladar siempre:b ver nuestros proyectos o nuestro negocio como una herramienta en la que podemos experimentar todo el rato, sin esperar un resultado concreto.

Podemos tener objetivos, pero dejarnos esa flexibilidad y esa posibilidad de fluir, de ir experimentando y tener algo con lo que probar todo lo que vamos aprendiendo. Para mí es algo que cambia totalmente la forma en la que aproximamos el emprendimiento o los negocios.

Otra conclusión también interesante, siguiendo con esta filosofía de experimentar, es el estar abierta siempre a ir probando en un sector concreto lo que yo iba viendo que estaban haciendo otros sectores, otras temáticas y en este en concreto todavía no se estaba haciendo. Y eso al final te permite estar lo que decíamos antes, unos pasos por delante y tener esa diferenciación.

Ya os digo, en ese momento el mundo de las recetas, la cocina saludable estaba súper ligado a YouTube, era como que en Instagram todavía no había mucho contenido práctico sobre eso y fue un poco el hacer este experimento y llevarte cosas que veías o formatos de contenido que ya se estaban haciendo en otros sectores o incluso en otros países. El empezar a experimentar y adaptar esas cositas.

Últimas conclusiones 

Como conclusiones finales, es el poder que tiene la marca personal, porque al final la gran comunidad que se llega a crear a base de mostrarte tú como persona, aunque en ese caso no fuera 100% una marca personal, tanto mi hermana como yo estábamos allí apareciendo, la gente se sabía nuestro nombre y había una parte de vida personal del día a día que hacía que conectara mucho más con la gente que si solo fuera una simple página de recetas en la que enseñas una foto de un plato y ya está. Había una conexión que luego fue la que dio pie a crear esa confianza, a poder vender un producto, etc.

Emprender, empezar un proyecto tuyo, solo tuyo desde cero, es algo que te prepara para cualquier otro proyecto, cualquier otra cosa que te venga en la vida.

Hace poco escuché: «emprender es como hacer un máster tres veces sobre la vida en general». No puedo estar más de acuerdo.

Y, como siempre, si tenéis sugerencias de temáticas para próximos episodios, me las podéis enviar por Instagram y yo estaré encantada de leeros.

Tienes que tener la motivación de estar dispuesto a hacer cambios continuos, analizar lo que está pasando, ir unos pasos adelante y no apalancarse y dejar que todo funcione de forma automática.

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