¡Hoy celebramos el segundo aniversario del podcast con un episodio especial! Dos años enteros de episodios nuevos cada lunes, ¡OMG! Me pongo super contenta cuando alguien me dice que ha tenido resultados gracias al podcast. Escuchar que alguien ha trazado su estrategia basándose en lo que comparto aquí o que recurre al podcast cuando necesita algo de inspiración, claridad o ideas… sin palabras.

 

Como os adelanté, hoy quiero hacer algo especial para celebrar este 2º aniversario. Un episodio más personal y diferente. Sé que muchos de vosotros estáis interesados no solo en las estrategias, sino también en los detalles «detrás de las cámaras» de mi negocio. Queréis saber qué pruebo y qué funciona, sobre todo aquellos que estáis más avanzados, ya tenéis vuestro propio negocio o una marca personal, y buscáis escalar. Así que prepárate para un repaso de las cosas que han tenido un gran impacto en mi negocio, sobre todo, en términos de ventas y facturación.

 

Es tentador dejarse llevar y empezar a crear nuevos productos y ofertas, pensando que es lo que vuestra audiencia necesita y lo que os ayudará a crecer. Sin embargo, cuantas más ofertas tengáis, más difícil será venderlas.

 

Recordad, lo simple vende. Lo simple funciona. ¿Por qué? Porque lo simple se entiende, y lo que no se entiende no se vende, así de sencillo.

 

En mi caso, algo que ha funcionado de maravilla es detenerme y reflexionar antes de crear nuevos productos o servicios. Me centro en mejorar lo que ya tengo.

 

En términos de ventas, simplificar la oferta es mucho más fácil. Cuando tenéis menos opciones, es más sencillo que la gente os asocie con un programa o servicio específico, lo cual os destaca en el mercado. No queremos que digan: «Fulanita hace cosas relacionadas con el marketing, pero no tengo claro cómo me puede ayudar».

 

Aunque hayáis simplificado la comunicación, siempre habrá personas que os pregunten qué ofrecéis, cómo pueden trabajar con vosotros o si pueden hablar con vosotros. Eso es inevitable. Sin embargo, tener opciones limitadas y ser capaz de identificar rápidamente cuál de esas opciones encaja mejor con cada persona facilita mucho las ventas.

 

En resumen, cuando sientas esa urgencia o deseo de crear algo nuevo, pregúntate cómo puedes convertirlo en algo estratégico. Podría servirte para mejorar una oferta existente u ofrecerlo como bonus en tu próximo lanzamiento. Y esto nos lleva al siguiente punto.

 

Hablar de lo que ha funcionado y sigue funcionando en mi negocio sin mencionar los lanzamientos sería un pecado. Me encanta organizarlos, diseñar estrategias, aprender en cada uno de ellos y analizar lo que funciona y lo que no.

 

Cada lanzamiento es una oportunidad de aprendizaje. Y si lo relacionamos con el punto anterior, cuando lanzas una y otra vez la misma oferta, obtienes mejores resultados porque vas perfeccionando la estrategia a la vez que vas generando ventas.

 

Además, hacer lanzamientos (a mí personalmente) me permite divertirme en mi negocio. Siempre quiero hacer cosas nuevas, no me motiva simplemente tener algo que se vende todo el tiempo y hablar siempre de la misma manera (además, eso es mucho más difícil de vender). Si queréis profundizar en este tema, os recomiendo que veáis la clase gratuita que anuncié la semana pasada sobre «Cómo diseñar un embudo de ventas para tu servicio o curso».

 

Los lanzamientos también ayudan a consolidar las ofertas. Aunque la gente no compre en un lanzamiento en particular, cuando os vean lanzar una y otra vez, se creará una asociación en su mente. Quizás no se unan al principio, pero tal vez lo hagan en el siguiente lanzamiento.

 

Este punto está relacionado con el anterior y con la idea de simplificar las opciones en lugar de crear muchas cosas diferentes o querer vender todo a la vez.

 

Una de las estrategias que he implementado este año y que ha funcionado muy bien es hacer re-lanzamientos «detrás de las cámaras» para dar una segunda oportunidad a aquellos que participaron en el primer lanzamiento pero no se unieron.

 

Reabrí las inscripciones unos dos meses después con una segunda edición de mi programa Método FAV, y el resultado fue increíble. No tuve que invertir ni el 10 % del esfuerzo que puse en el primer lanzamiento, y aun así creamos un grupo de alrededor de 20 personas, comparado con las 50 de la primera edición.

 

Además, recordemos que un lanzamiento bien hecho no solo genera un pico de facturación, sino que también brinda estabilidad. Si lo que vendes permite pagos a plazos, tienes ingresos recurrentes durante los próximos meses, que se sumando cada vez.

 

Por último, tenemos la opción de vender en modo «evergreen», es decir, tener algo disponible constantemente para vender. En mi caso, esta estrategia la aplico en la membresía (Kit de Contenido), a la cual la gente puede unirse en cualquier momento.

 

Esto funciona siempre y cuando el embudo de ventas y el proceso estén validados. Si quieres obtener más información sobre esto, recuerda registrarte para ver la clase gratuita.

 

Lo que me ha funcionado es combinar la venta directa, es decir, mencionar y «vender» mi membresía en mi contenido de una forma natural, tal como enseño en el kit de contenido para vender sin que parezca una venta. Además, dejo que mi embudo de ventas haga la mayor parte del trabajo por mí (de nuevo, esto se explica mejor en la clase gratuita).

 

Además, muchos de vosotros habréis notado que, desde hace unas semanas, he comenzado a implementar publicidad de pago para respaldar esta estrategia. Muchos me habéis pedido que comparta más sobre lo que estoy haciendo y lo que funciona. No os preocupéis, lo tendré en cuenta y lo compartiré cuando haya pasado más tiempo y tenga suficientes datos para analizar.

 

Esto es todo lo que quería compartir en el episodio de hoy, pero como siempre, vuestras sugerencias y temas que os gustaría que abordara en futuros episodios son bienvenidos. ¡Gracias por ser parte de este increíble viaje de dos años con el podcast! Nos vemos la próxima semana